Educar niños responsables es una tarea a largo plazo, que requiere dedicación tanto de padres como de los profesores. Para fomentar el sentido de la responsabilidad en los niños es recomendable empezar formándoles poco a poco en el compromiso, intentando que desde pequeños los niños se encarguen, dentro de sus posibilidades, de ordenar su habitación, de poner la mesa, de organizar su mochila o su closet...
4 hábitos de responsabilidad que deben tener los niños
La responsabilidad como valor social está ligada al compromiso. La responsabilidad garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. Toda responsabilidad está estrechamente unida a la obligación y al deber. Ambos conceptos constituyen la materia prima de la responsabilidad.
Por medio de juegos o de actividades en grupos, es más fácil y más ameno, enseñar el sentido de la responsabilidad a los niños y estarán más dispuestos a entender sus 'deberes y obligaciones'. Ser responsable en el sentido global de la palabra significa:
11 Beneficios
de educar en la responsabilidad
- Mejora la autoestima, seguridad y confianza.
- Se demuestran a sí mismos de lo que son capaces de hacer solos.
- Desarrollo del bienestar.
- Favorece la autonomía, aprenden a hacer cosas por si solos.
- Les ayuda a organizar sus tareas.
- Toman conciencia de la importancia de colaborar.
- Aprenden que pueden hacer cosas por sí solos y desarrollan la independencia.
- Aprenden a desenvolverse.
- Son más felices y menos dependientes.
- No tienen miedo de hacer cosas nuevas, o de probar cosas nuevas.
- Desarrollan sus destrezas.
Cuento
infantil sobre la responsabilidad y los compromisos
El paraguas
de Beltrán
Colgaba de
una viga de madera, en el interior de un viejo establo abandonado.
Sorprendentemente, a pesar del tiempo transcurrido estaba muy bien conservado.
Era un paraguas antiguo, corriente, negro, con bastón y puño de madera. Estaba
lleno de polvo y llevaba muchos años, sin que nadie lo hubiera abierto.
Un día,
Adelina y su padre pasaron por allí, y el paraguas colgado llamó la atención de
la niña.
— ¿De quién
será ese paraguas — dijo Adelina, tirando de la mano de su padre hacia allí.
— ¿Por qué
está tan sucio? — dijo la niña.
— Papá,
bájalo de ahí — le rogó.
El padre,
alzando el brazo cuanto pudo, no sin esfuerzo, agarró la parte inferior del
paraguas y lo descolgó.
Padre e hija
lo miraron curiosos.
— Este
paraguas es de al menos cien años — dijo
el padre en voz alta.
— ¡Ábrelo
papá! — dijo la niña.
— ¿No sabes
que da mala suerte abrir los paraguas bajo techado? — dijo el padre, divertido.
El hombre
abrió el paraguas con delicadeza y, entre la polvareda que se levantó, cayó un
papel al suelo.
Adelina fue a
recogerlo rápidamente.
— ¡Mira papá!
¡Es una carta! — dijo la niña mientras desdoblaba cuidadosamente la hoja y,
empezó a leer:
Este paraguas
es de Beltrán, el carpintero de este pueblo. Si alguien lo quiere, suyo es;
siempre que se comprometa a cuidarlo y usarlo en los días de lluvia.
—
Beltrán…ummmm — dijo el padre, pensativo. Nunca he oído ese nombre.
— ¿Nos lo
llevamos? Papá, por favor — le rogó
Adelina.
— Es una gran
responsabilidad; si nos lo llevamos a casa sabes a lo que te comprometes — contestó su padre.
— Sí, sí, lo
sé. Lo cuidaré, no temas.
Y así fue como el paraguas de Beltrán, colgado en una viga de un viejo establo, pasó al paragüero de una niña que siempre cumplió su promesa y la mantuvo durante toda su vida, dejándolo de herencia a quien, como ella, lo cuidara y diera uso en los días de lluvia.
Actividad de
comprensión lectora para niños
- ¿Con quién
paseaba Adelina?
- ¿Qué encontraron en un establo?
- ¿Qué había dentro del paraguas?
- ¿Qué ponía la nota?
- ¿Se quedó Adelina con el paraguas?
- ¿Qué has aprendido de este cuento?
Corto sobre la Responsabilidad para 7º y 8º
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